«Ser rebelde lleva la vida entera…» Doris Lessing

Ser rebelde lleva la vida entera,
borrarte los privilegios de la piel,
inscribirte en la soledad del desacuerdo,
dejar atrás a los usurpadores.


No hay premio a una rebelde
más allá de poder regar sus flores
en el tiempo que apropia,
salir a dar de comer a las aves
una mañana donde el capital devora,
sonreír con los dientes maltrechos
ante la desventura del desayuno,
ser indigente en la casa que nadie sueña.


Las rebeldes saben
de qué están hechos los premios,
rechazan los mendrugos
que lanza la mano del opresor.


Una rebelde tiene como único premio la vida,
porque de ella nadie se apropia,
en ella nadie la usurpa,
porque es la única tierra propia
de cada rincón donde duerme.


Su rebeldía alcanza siempre
a cobijar el desánimo del progreso
y si de paso una rebelde
tiene la alegría en soledad,
ha vencido al mundo.

Doris Lessing

Fuente: BlogeRRe

«Traicioná de una vez al dolor…» Gabo Ferro: «Soltá»

Qué leés, qué me ves, qué soñás
cuando te veo sentada en cicatrices,
tan adentro y tan lejos.

Qué comés, qué dormis, qué decís,
tan frágil en tu acento
tan dura con tu historia
gentil con el infierno.

Traicioná de una vez al dolor,
compañeros así son enemigos buenos,
¡Soltá el dolor!

Pie adelante, pie atrás,
caminás y volvés al comienzo
tu laberinto es sólo un camino con nervio.

Si soltás vas a ver que no hay más
que todo esto que vemos
las cosas son sinceras
nos miente el argumento.

Traicioná de una vez al dolor,
compañeros así son enemigos buenos,
soltá, soltá el dolor.

Letra desde: https://www.cancioneros.com

«…donde hay dolor y falte luz, que mi garganta cante…» Kany García & Natalia Lafourcade – «Remamos»

Kany García & Natalia Lafourcade – «Remamos»

De chica me decía esta es la forma correcta
de andar y de dirigirme a quien tuve delante
De grande me costo a tropiezos poder darme cuenta
que había que volver a ser niña y desenseñarme

Como callar, cómo dejar atrás lo que te pega,
vengo a ofrecerme hoy

Remamos,
sabiendo cual es el precio,
con los puños apretados,
sin pensar en detenernos

Remamos
con la cara contra el viento,
con la valentía delante,
con un pueblo entre los dedos

Remamos
con un nudo aquí en el pecho,
soñando que al otro lado
se avecina otro comienzo

Y me quedé bajo la lluvia aunque la voz se canse,
total es lo único que queda que no se ha quebrado
Donde hay dolor y falte luz, que mi garganta cante,
que en la canción agarren fuerzas mis pies anclados

Como callar, cómo dejar atrás lo que te pega,
vengo a ofrecerme hoy

Remamos,
sabiendo cual es el precio,
con los puños apretados,
sin pensar en detenernos

Remamos
con la cara contra el viento,
con la valentía delante,
con un pueblo entre los dedos

Remamos
con un nudo aquí en el pecho,
soñando que al otro lado se avecina otro comienzo

Como callar,
cómo dejar atrás lo que te pega,
vengo a ofrecerme hoy…

Remamos, remamos, remamos

«…quisiera tener cosas dulces que escribir, pero tengo que decidir y me decido por la rabia…» Rebeca Lane – «Ni una menos»

Rebeca Lane – «Ni una menos»

Letra e interpretación: Rebeca Eunice Vargas Tamayac / Rebeca Lane
Instrumental: Jeff Tucker
Mezcla y masterización: Pablo Flores Navarro / Jestein Ritmos

LETRA
 

quisiera tener cosas dulces que escribir
 pero tengo que decidir y me decido por la rabia
 5 mujeres hoy han sido asesinadas
 y a la hora por lo menos 20 mujeres violadas
 

eso que solo es un día en Guatemala
 multiplícalo y sabrás porqué estamos enojadas.
 no voy a andar con pinzas para quien no entienda
 que esto es una emergencia y estamos preparadas.
 

no soy pacifista no me exijan cosas que no ofrezco
 no pedí un pedestal ni lo merezco
 soy como las otras hartas de andar con miedo
 agresiva porque es la forma en que me defiendo.


 no tengo privilegio que proteja este cuerpo
 en la calle creen que soy un blanco perfecto
 pero soy negra como mi bandera y valiente
 en nombre mío y en el de todas mis bisabuelas.
 

la curandera que murió de tantos golpes
 porque el hombre que la amaba realmente la odiaba.
 la otra que fue abandonada con un hijo
 y cuando se enfermó tuvo que mandarlo a un hospicio.
 

esta va por mi porque a los 15 años
 me atravesó la cara un golpe desde su mano
 porque ningún humano se hizo presente
 el día que un delincuente me dejó el pezón marcado.
 

esto va por la niña de 9 años
 obligada a un embarazo porque la violó su hermano
 una niña sin derechos porque el clero
 considera que el aborto es peor de lo que le han hecho.
 

me remito a los hechos
 no voy a explicarle con dibujos a ningún macho de esos
 que creen que con su intelectualidad nos van a venir a educar
 sentados en su privilegio.
 

no tengo privilegio que proteja este cuerpo
 en la calle creen que soy un blanco perfecto
 pero soy negra como mi bandera y valiente
 en nombre mío y en el de todas mis bisabuelas.
 

cuéntanos bien en las calles somos miles
 desde México hasta Chile y en el planeta entero
 en pie de lucha porque vivas nos queremos
 no tenemos miedo no queremos a ni una menos.
 

díganme loca histérica y exagerada
 pero hoy canto en nombre mío
 y el de todas mis hermanas
 no nos acusen de violentas esto es autodefensa
 estamos en resistencia ya no somos indefensas.
 ...
 pero soy negra como mi bandera y valiente
 en nombre mío y en el de todas mis bisabuelas.


Fuente: https://rebecalane.bandcamp.com/track/ni-una-menos

rebeca-lane
Rebeca Lane – Foto de http://www.publinews.gt

«Nosotras, las mujeres incómodas» Sabina Berman

«…Y acá es donde saco el martillo feminista y martillo
como un clavo en el corazón de las lectoras
(y de los hombres a los que les importe la democracia)
la obligación de cambiar el mundo.

De destrozar de una buena vez el puto patriarcado.

Perdón por la fea palabra: patriarcado

Sabina Berman

múltiples jornadas

1.

¿Quiénes somos nosotras? Hablo de las mujeres que hoy, en el año 2015, en la cultura occidental, estamos vivas.

Diré para iniciar lo evidente. Nosotras somos la generación de mujeres incómodas, porque somos las mujeres divididas entre dos tradiciones: la femenina y la patriarcal. La femenina de nuestros hogares y la patriarcal de nuestros trabajos.

Todavía en nuestros hogares somos la responsables principales de conectar los afectos, de alimentar, de cuidar, de preservar, de sostener, a los hijos, a nuestros padres, a nuestros suegros a menudo, a los enfermos, a las mascotas, a las plantas.

Y al mismo tiempo somos parte del mundo patriarcal: del mundo laboral hecho por hombres para hombres. Preciso: hecho por hombres para hombres solteros –sin obligaciones hogareñas– o para hombres con mujeres como nosotras, que les resuelven todo. O casi todo.

Llegamos a ese mundo laboral y lo encontramos ya hecho, ya amueblado de formas de ser, de leyes, de reglas, de horarios, todos patriarcales, y NO hecho a nuestra medida y necesidad.

Y llegamos a un mundo hogareño también ya hecho, hecho en el pasado por mujeres sin otro trabajo que el hogareño: tampoco construido a nuestra medida y necesidad.

Y vamos de un mundo a otro, sí, divididas, incómodas.

día internacional  - en el extranjero

2.

Cuando trabajamos a veces nos perturba nuestra casa. ¿Está todo bien en casa?, llamamos a preguntarle a Lupita, o a nuestra madre, a nuestra hija mayor. ¿Cómo está Beto, le bajó la temperatura?

Y cuando estamos con Beto nos jala nuestro trabajo. El puto proceso de licitación. Perdón por la fea palabra: licitación. El puto subordinado insubordinado. Las putas intrigas competitivas de la jerarquía. La puta sucesión de la dirección por la que debemos competir con los dos ovarios bien puestos, es decir: si la queremos ganar.

Prendemos el switch COMPETENCIA y competimos en el mundo competitivo del trabajo, y en casa bajamos ese switch y subimos el otro switch, CONECTIVIDAD, y conectamos, sanamos, amamos, alimentamos.

Y esa división no es cómoda por dos razones: porque no es tajante y porque es injusta. Hay un no se qué de injusticia en nuestra sensación de vida. Y si alguna mujer de hoy no tiene esa sensación de injusticia es que es esquizofrénica o una negadora irredenta. Lo digo con todo cariño.

La verdad, sí vivimos circunstancias injustas en ambos mundos, el laboral y el doméstico.

En el mundo doméstico hacemos el trabajo más importante de la especie: conectar, sanar, cuidar, alimentar. El trabajo que de cierto sostiene a la especie y sin el cual la especie perecería. Y por él nos dan nada y nada y nada. Exagero: a veces sí nos dan las gracias. Y a veces tenemos parejas, hombres o mujeres, que sí nos dan una mano. O mejor dicho: una manita.

El trabajo doméstico sigue siendo para la condición de la mujer la mayor injusticia porque sigue siendo lo no valorado por la cultura. Lo que carece de valor: de precio y aprecio.

Según estadísticas de la UNESCO, el trabajo doméstico mantiene hoy a una tercera parte de las universitarias del planeta, sin ejercer sus profesiones, encerradas en sus casas; a otra tercera parte de universitarias las mantiene divididas: ejerciendo sus carreras incómodamente –y probablemente con menos éxito del que tendrían si no estuviesen divididas entre dos mundos–; mientras otra tercera parte de universitarias sí están trabajando a tiempo completo, sin encargarse de lo doméstico, pero no tienen familias propias, ni hijos, ni parejas.

el-roto-feminista

3.

Esto se dice menos: la división de lo femenino y lo patriarcal no es sólo una división que nosotras llevamos en nosotras mismas: es una división sobre todo impuesta a nosotras desde afuera, desde la cultura. Y se dice menos porque la grave injusticia de esa imposición diaria implica un desamor activo y cotidiano de nuestros seres amados.

La conveniente indiferencia masculina a la injusticia de que lo hogareño sea nuestra responsabilidad es consabida. De la injusticia en lo laboral, ejercida por hombres y mujeres contra las mujeres, les entrego algunas estampas que la lectora reconocerá, igual que el lector.

Cada vez que una mujer se para ante un micrófono, debe vencer la expectativa de que hablará no adecuadamente. De que no dirá tonterías. O irrelevancias. Que no será demasiado agresiva ni demasiado suave. Que no ti-tu-bea-rá. Que no usará demasiadas condicionantes: Yo creo que, Probablemente, Me parece a mí, Tal vez, Lo digo con todo cariño… Pero tampoco será demasiado masculina: segura, firme, confrontadora.

No es raro que las mujeres tengan dificultades especiales al hablar en público o escribir para el público. Si se espera que no sea femenina pero tampoco que sea masculina, a cada mujer le quedan muy pocos modelos para inspirarse: al decidir expresarse camina sobre una cuerda floja con un público que espera su resbalón.

Otra estampa.

Hace un año, varias amigas conductoras de TV de distintas televisoras nos sentamos a analizar 15 horas de mesas de discusión en la TV y verificamos esto que narro.

En ninguna mesa de discusión había más mujeres que hombres (excepto en las mesas de la llamada Barra Exclusiva para Mujeres), y en ninguna había siquiera paridad. Y las siempre pocas mujeres hablaban, cada una, en promedio 30% menos que el promedio de los hombres, y cuando cada una hablaba, el 50% de las ocasiones les arrebataban la palabra, sin dejarla concluir sus ideas.

No es casual que lo mismo narre Sheryl Sandberg, CEO de Facebook, en un artículo reciente para el New York Times. («Women at Work», enero 12, 2015). La empresaria afirma que en las juntas de trabajo en Norteamérica, las mujeres siguen siendo típicamente minoritarias y hablan menos que los hombres; y es tan común que cuando hablan sean interrumpidas, que muchas deciden dejar de intentar hablar.

Una investigación realizada por la doctora Victoria L. Brescolle, de la Universidad de Yale, descubrió este otro dato gemelo. En las juntas de trabajo, los hombres que hablan más que el promedio de sus pares son valuados 10% mejor por sus pares; en cambio, las mujeres que hablan más que el promedio, son valuadas 10% peor. «Hablan demasiado», al juicio de los que las valuaron negativamente.

Es decir, si no hablamos, las mujeres perdemos la oportunidad de expresarnos, pero si hablamos perdemos también.

Esta es una anécdota conocida. El CEO de Microsoft, Mr. Satya Nadella, declaró en una reunión de la empresa, el año pasado, que las mujeres no deberían pedir aumentos de salarios. «Es mal karma», dijo. Deben esperar a que sus jefes les suban el salario en un acto de justicia.

La ejecutiva de más alto rango de Microsoft declaró a continuación que ella no había pedido aumento de salario en 10 años y que su jefe, Mr. Satya Nadella, no le había subido tampoco el salario. Y aventuró esta apreciación: a su parecer, las mujeres que no piden aumentos en general no obtienen aumentos, pero las que sí piden aumentos en general tampoco los obtienen.

Y los pocos análisis en el ámbito cultural confirman lo propio. Por ejemplo, en México, el crítico cultural Fernando Escalante contó en el año de 2010 cuántas mujeres publicaban en las dos revistas culturales de mayor influencia. Los números son de escándalo.

En Letras Libres, por cada seis artículos firmados por hombres se publicaba uno firmado por una mujer, y en Nexos por cada cinco artículos de varones se publicaba uno de una mujer.

Héctor Aguilar Camín, director de Nexos, apuntó que estas proporciones eran semejantes a las que ocurrían en The New Republic o en el New Yorker, concluyendo con dos comentarios. Uno, que la discriminación no consciente acaso sea peor que la consciente, porque no puede remediarse. Y dos: «Mal de muchos, consuelo de misóginos».

Y sin embargo, pasado un lustro, y según un recuento de los números de enero y febrero de 2015 de ambas revistas, esas proporciones no han variado.

En cuanto a las instituciones del Estado mexicano que valoran el trabajo intelectual y artístico de los ciudadanos, los números son aún más descorazonadores. La doctora Lucía Melgar publicó, precisamente en la revista Nexos de febrero de 2015, los números que cifran la injusticia de género, y a los que hasta ahora ninguna institución considera siquiera necesario responder.
http://www.nexos.com.mx/?p=23980

Es decir, en el mundo del trabajo, la cultura sigue imponiendo que las mujeres seamos tan femeninas como dentro de los hogares: las que conectan, las que se resignan, las que alimentan y, lo de más consecuencia: las que hacen su trabajo sin cobrar ni dinero ni notoriedad.

Y se castigan dos cosas: si no somos eso, femeninas, y también si somos femeninas.

desigualdad laboral

4.

Y acá es donde saco el martillo feminista y martillo como un clavo en el corazón de las lectoras (y de los hombres a los que les importe la democracia) la obligación de cambiar el mundo. De destrozar de una buena vez el puto patriarcado. Perdón por la fea palabra: patriarcado.

Bueno, voy a hacer más bien lo contrario. Primero diré que cada mujer sí puede remediar en el espacio breve de su vida personal varios grados de la misoginia cultural, si actúa directamente sobre ella. Y voy a decir después que no ha habido un tiempo más interesante para ser mujer que este tiempo de las mujeres divididas entre lo femenino y lo patriarcal. Es decir: para las mujeres que en lugar de padecerlo sepan aprovecharlo.

Sobre lo primero, el consejo pertinente es el que sigue. Las mujeres debemos de asumir la injusticia a la que nacimos, en cuanto que nacimos mujeres en un mundo misógino. Ver la injusticia de frente y con la autoridad que hemos aprendido a ejercer en el mundo patriarcal, remediarla antes de que suceda en nuestra circunstancia.

Las mujeres debemos aceptar participar en mesas redondas a condición de pactar antes, no después, que no se nos interrumpa. Debemos pactar contratos laborales en donde se prevengan las condiciones de nuestros aumentos de salarios. A tal eficacia, tal recompensa. Debemos pactar con los editores de las revistas en las que participamos la frecuencia y la notoriedad con que se nos publica. No dejarlo a la decisión de su misoginia inconsciente o consciente. Debemos pactar también por escrito contratos con nuestras parejas sobre la distribución del trabajo doméstico, antes de que la inercia de las costumbres nos atribuyan la mayor parte.

Y por otro lado, y de mayor trascendencia, lo antes dicho: debemos aprender a ver, en nuestros dos mundos, la mayor oportunidad laboral de nuestra generación.

En lugar de hablar de ello desde lo general, desciendo algunos peldaños para abordar en ejemplos concretos este cambio de actitud.

equidad_de_genero5.

¿Han escuchado a la persona más poderosa del planeta hablar? Se llama Angela Merkel, canciller de Alemania.

La escuché hablar hace un año en el Reichstag, el parlamento alemán, y costaba trabajo no dormirse. Con su vocecita suave, monocorde, a menudo ti-tu-bean-te, me arrullaba. Entonces noté que los señores legisladores que llenaban el Reichstag agachaban el cuerpo hacia adelante para atenderla. Uno a mi lado, el legislador que era mi anfitrión, me explicó: cada palabra que Angela pronunciaba esa tarde estaba cambiando la política militar de Europa y con ello del Hemisferio Occidental y con ello del planeta.

Resulta que parte del éxito de doña Merkel es esa forma de hablar, sin romper nada, sin violentar, sin asustar, arrullando con la voz. Eso en primer lugar le hizo llegar a su puesto. Eso más el hecho de que nunca le dejaban hablar en las juntas de su partido y por tanto nadie sabía demasiado de ella y todos daban por hecho que carecía de ambición personal.

Y eso ahora la vuelve una política tan especial. Una política que mejor que hablar escucha, escucha a todos, deja brillar verbalmente a cada cual, abre el espacio para dejar entrar la información de todos los Otros, como una madre escucha a todos sus hijos y deja brillar a cada uno. Y cuando doña Angela toma una decisión, suele ser sorpresiva y al mismo tiempo muy entendible –no es casual, está hecha de las palabras de los Otros ordenadas de una nueva forma–, amén de que suele ser reconfortante.

La madre está en casa y todo está bien, dicen las decisiones de la canciller. Di Mutter la llaman en Alemania a doña Merkel, un apodo que primero le cayó en el hígado y ahora usa en su propaganda electoral.

Quiero decir que hoy día para nosotras el mayor error es calcar lo masculino, intentar ser un Hombre Eficaz, porque no lo somos biológicamente, ni culturalmente, y por algo más: porque al hacerlo perdemos la oportunidad de traer algo novedoso a nuestras sociedades. Una nueva forma de ser y actuar femeninas pero que aprovecha los instrumentos patriarcales.

hermana y hermano

6.

En la serie norteamericana llamada de The Shark Tank, cinco empresarios billonarios, los llamados tiburones, escuchan a empresarios bisoños e invierten dinero en ellos, o no.

Bueno, quiero referirme al mejor negocio que se ha cerrado en las seis temporadas de la serie.

Un señor de grandes orejas y grandes lentes trajo a vender a los tiburones una esponjita amarilla para lavar trastes. Una esponjita que empalma perfectamente en la palma de una mano, no retiene la grasa y tiene tres agujeros: dos como ojitos y una como sonrisa.

El único empresario que apostó por un productito tan tonto fue la señora Lori Greiner, la única mujer entre ellos. Y es que era el único empresario billonario que lavaba trastes en su casa y entendía la reforma genial de la esponjita que se ajusta a la palma de la mano y además sonríe.

En un año, 10 millones de dólares en ventas ha tenido el smiling face para lavar trastes.

Es decir, si cualquier mujer tiene un productito, o una reforma discreta de cualquier asunto que nos facilite la vida a todas nosotras, la generación de mujeres incómodas, tiene un mercado potencial del tamaño de la tercera parte de la población planetaria adulta. Eso, claro, siempre y cuando sepa usar los instrumentos patriarcales para hacérnoslo saber y hacérnoslo llegar.

huelga general

7.

Mi último ejemplo, porque el espacio para este ensayo se acaba.

La Dra. Joan Roughgarden hace 10 años se llamaba Jonathan Roughgardner y tenía un cuerpo de hombre. Porque sentía que su alma era la de una mujer, Jonathan se operó los genitales y se aumentó senos, la corrieron de la Universidad de Princeton, donde daba clases, y gracias a ello se dedicó a lo que hacía tiempo realmente quería hacer. Revisar con su mirada femenina la Naturaleza.

Esto es lo que vio Joan con sus ojos de mujer. Que la Biología hasta hoy ha visto la Naturaleza a través de los anteojos de los valores patriarcales: un universo de competencia, de sálvese el que pueda, de si no me lo das te lo quito y si no te lo quito te mato, de quién es el chimpancé alfa, de la lucha del más apto por sobrevivir, del gene egoísta, de la horda de espermatozoides que compiten como nadadores frenéticos para llegar antes al óvulo y, plas, penetrarlo.

Y la Dra. Roughgarden se puso a redescubrir a la Naturaleza con sus ojos de mujer cultural, y en su libro El arco iris de la evolución, la ha redescrito de forma muy distinta.

Como un universo de cooperación, donde las especies más exitosas son las que mejor cooperan (las hormigas, las termitas, las aves que vuelan en parvadas, los peces que viven en cardúmenes, y por supuesto los humanos: la especie más cooperativa del planeta), donde las especies o los individuos egoístas son exterminados, un mundo de óvulos que esperan relajadamente a que lleguen a ellos los frenéticos espermatozoides, para abrirse y dejar entrar al más simpático: es decir, al más sintónico con las necesidades químicas del óvulo.

Esta forma de re-ver, de re-visar, a la Naturaleza, a través de los anteojos de la feminidad, está revolucionando a la Biología. Es probable que la veremos emerger también a otras ciencias, a la economía, a la ciencia política, a todas aquellas áreas del conocimiento donde el principio darwinista del triunfo del más apto organiza hasta hoy el pensamiento, y es también probable que sea la Biología de la cooperación la que estudiarán en sus primarias nuestras tataranietas.

derechosdelamujer

8.

Las mujeres de hoy somos las mujeres divididas, pero podríamos volvernos las mujeres dobles: las que son dueñas de dos tradiciones: dos cajas de instrumentos, los femeninos y los patriarcales.

Eso, si no vacilamos entre nuestras dos formas de ver, sino las aprovechamos a un tiempo. Nuestras dos formas de ver, nuestros dos ojos, nuestras dos manos, nuestros dos hemisferios cerebrales.

Nuestros dos ovarios y nuestros dos pezones.

Fuente:

http://www.milenio.com/tribunamilenio/de_veras_somos_tan_machos

mujeres en lucha

«…piense con cautela, pero piense…» Cap 9: «Tareas para osadas y valientes» – Harriet Lerner: “La danza de la ira”

loba 2

«Recuerde que las mujeres cargamos con un antiguo legado:
asumir la responsabilidad de sentimientos ajenos
y de cuidar de los demás a expensas de nosotras mismas.

Es probable que algunas lo hagamos recogiéndoles los calcetines sucios,
o bien «sintiendo por ellos»;
otras nos mostramos menos fuertes, independientes
y competentes de lo que podemos ser
para que los hombres que nos importan no se sientan amenazados.

Cambiar nuestro legado es posible, pero no es fácil.
Al comienzo piense con cautela, pero piense. »
(p.178)

Cap 9: «Tareas para osadas y valientes»
Harriet Lerner –  “La danza de la ira”
Harper Libros, 1995.

Más en:

“¿Por qué la cuestión ‘¿Quién es responsable de qué?’ es tan enigmática para las mujeres?”
Fragmento de Cap. 7: “¿Quién es responsable de qué? La cuestión más espinosa del enojo”
– Harriet Lerner: “La danza de la ira”

«…porque tomé la palabra, porque inventé mi camino…» Patricia Karina Vergara Sánchez – «DESDE LA INSIGNIFICANCIA»

mujer vuela¿Cómo te atreves?
Insolente.

Pretendes calificarme
sin saber cómo se vive
desde la orilla del acantilado.

Tú, ostentando propiedad
del mundo.
de su idea moral
y del buen proceder.

Te estorbo tanto,
que sería largo
tratar de enumerar,
en exacto,
aquello que juzgas.

  • Que me he negado
    a ser tu musa
    o la imagen étnica
    que te justifica.
  • Que me he cansado
    de la servidumbre.
  • Que estoy harta
    de la incondicionalidad absurda.

 

Probablemente,
es porque tomé la opción

  • de abrir la mirada,
  • de escuchar mi voz,
  • de nombrar a mi hermana,

y hube de apropiarme
de mi hacer autonomía.

mujer Vuela 2

Entonces, me acusas:

  • Que soy vanidosa.
  • Que me falta sabiduría
    – para entender tus reglas.
  • Que de mi boca salen mentiras
    – porque no me puedo tragar tus verdades.

Porque tomé la palabra.
Porque inventé mi camino.

Me llamas infiel.
Otra vez soy la hereje.
Nuevamente, la pecadora.

Tú, desde la altura iluminada,
sentencias, como si pudieras,
sobre el alma mía,
y me llamas mujer de oscuridad.

Desde tus altares,
ante tus tribunas,
empuñando tu cetro.
Has ordenado desfigurar
la imagen de mi rostro.
Has intentado borrar mi nombre
de los testimonios.

Pero,
no logras el olvido
de mi existencia.

Déjame, déjame.
Elijo ser la paria.
La infecciosa.
La insuficiente.

Me quedo aquí,
vanidosa,
instintiva,
con mi inteligencia poca,
con mi verdad sombría.

Me quedo aquí,
Sentada en mi soberbia.
Ya que una cosa entiendo.
Una sola, es cierto:

Si ando tan errada;
 Si tengo el camino tan perdido;
 Por qué insistir en negar
 lo que no cuenta.

Por qué tú, desde el poder,
te ocupas de contenerme,
de acosarme, de acorralarme.
Por qué, si soy apenas nada.

Por qué, entonces,
mis preguntas abren grietas.

Por qué si cuestiono yo,
tú y tus jerarquías remojan cimientos.

Por qué, si abro yo la boca,
tú tiemblas.

Publicado en ESTA BOCA MÍA

por © Patricia Karina Vergara Sánchez

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«Atesora tu poder. Defiéndelo. Hazlo por ti. Te lo pido en nombre de todas nosotras.» Gioconda Belli – CONSEJOS PARA LA MUJER FUERTE

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CONSEJOS PARA LA MUJER FUERTE

Si eres una mujer fuerte
protégete de las alimañas que querrán
almorzarte el corazón.
Ellas usan todos los disfraces de los carnavales de la tierra
Se visten como culpas, como oportunidades,
como precios que hay que pagar
Te hurgan el alma;
meten el barreno de sus miradas o sus llantos,
hasta lo más profundo del magma de tu esencia
no para alumbrarse con tu fuego
sino para apagar la pasión
la erudición de tus fantasías.

Si eres una mujer fuerte
tienes que saber que el aire que te nutre
acarrea también parásitos, moscardones,
menudos insectos que buscarán alojarse en tu sangre
y nutrirse de cuanto es sólido y grande en ti.

No pierdas la compasión, pero témele a cuanto conduzca
a negarte la palabra, a esconder quien eres,
lo que te obligue a ablandarte
y te prometa un reino terrestre a cambio
de la sonrisa complaciente.

Si eres una mujer fuerte
prepárate para la batalla:
aprende a estar sola
a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo,
a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta,
a nadar contra corriente.

Entrénate en los oficios de la reflexión y el intelecto.
Lee, hazte el amor a ti misma, construye tu castillo,
rodealo de fosos profundos,
sin olvidar anchas puertas y ventanas.

arde

Es menester que cultives enormes amistades
que quienes te rodeen y quieran, sepan lo que eres;
que te hagas un círculo de hogueras
y enciendas en el centro de tu habitación
una estufa siempre ardiente
donde se mantenga el hervor de tus sueños.

Si eres una mujer fuerte
protégete con historias y árboles,
con recetas antiguas de cantos y encantamientos.

Has de saber que eres un campo magnético
hacia el que viajarán aullando clavos herrumbados
y el óxido mortal de todos los naufragios.

Ampara.
Pero amparate primero.
Guarda las distancias.
Constrúyete. Cuidate.

Atesora tu poder.
Defiéndelo.
Hazlo por ti.
Te lo pido en nombre de todas nosotras.

 

Gioconda Belli

arde bosque

«…tras cada simple acto rutinario, se esconde la magia, la Diosa…» Hyedra

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«La bruja, la verdadera bruja,
lleva la magia en su interior,
la siente en la brisa de la mañana,
en la música del viento,
acariciando los árboles…»

Hiedra en «Palabra de Bruja» dice:

…alguien lanzó esta pregunta: ¿Qué es para vosotros una  bruja?.

La verdad es que no pensé mientras escribía, solo respondí desde el rincón de mi interior que siempre ha sabido lo que soy. Esta fue mi respuesta:

Para mi una bruja es una buscadora.

  • Buscamos una verdad que intuimos y es única para cada una. No nos sirven las verdades masticadas,  manipuladas, etiquetadas y completamente artificiales que se ofrecen por ahí.
  • Buscamos el «SABER», con mayúsculas, porque no nos conformamos con una sola respuesta, las queremos todas y que nuestra alma decida.
  • Porque buscamos la felicidad, no queremos una vida a medias, rutinaria y vacía cuando sabemos que podemos hacer cada día de nuestra vida especial y mágico.
  • Buscamos cómo hacer felices a los que amamos, no nos  conformamos con un cruce de palabras o «poner un plato en la mesa», queremos sus risas y caricias.
  • Buscamos el amor de verdad, no vivir la vida junto a alguien que no nos llena del todo sólo por no estar solas, si somos capaces de imaginar un amor intenso, apasionado y sobre todo sincero, es porque existe y lo queremos.
  • Buscamos la libertad de ser quien somos, lo que somos, de expresar lo que pensamos, sentimos y soñamos, porque una bruja es, ante todo, libre.
  • Y sobre todo somos buscadoras porque, tras cada esquina, tras cada desconocido, tras cada simple acto rutinario, se esconde la magia, la Diosa, y ese mundo interno que cada una proyecta al exterior y que cuando nos juntamos unas cuantas llega incluso a modificar el paso del tiempo, ¿verdad?

Y en mi caso, soy bruja y buscadora porque no puedo ser otra cosa, no hay más opciones.

Porque si no fuera bruja o decidiera no serlo (cosa imposible) ya no sería yo.

https://i0.wp.com/img179.imageshack.us/img179/3603/volarjm5.jpg

EL CAMINO DE LA BRUJA
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Ser bruja no es sencillo, nunca lo ha sido.
Antiguamente fuimos perseguidas, torturadas, ahorcadas, quemadas.
Aniquiladas.
Éramos temidas, despreciadas y convertidas en parias.
.
Los tiempos cambian, pero los antiguos estereotipos
siguen vigentes en la mente del Hombre.
La palabra bruja aún es considerada un insulto,
pero nosotras reclamamos ese título como sinónimo
de sabiduría, comprensión, poder y amor,
ya que estos son los atributos reales de una verdadera bruja.
Una buena bruja.
.
La bruja, la verdadera bruja, lleva la magia en su interior,
la siente en la brisa de la mañana,
en la música del viento acariciando los árboles,
en la canción de la lluvia al caer.
Y también en cada latido de su corazón,
en la risa de los niños y en la mirada sincera de los amantes.
.
manos
 
.
Sabe que esa energía que rodea todo, se encuentra en todas partes,
desde la más humilde hormiga
hasta en la más recóndita neurona del cerebro humano.
Y tiene su máximo poder en la sabiduría antigua de los ancianos
y el cálido latir del corazón de la Madre Tierra.
Y sobre todo en la mente de la bruja,
capaz de canalizar y dirigir esa energía, esa magia,
y producir cambios, a veces minúsculos, a veces asombrosos,
en el mundo que la rodea.
.
Ser bruja no es sencillo, requiere esfuerzo, trabajo,
sacrificios y muchísima autocrítica, pero,
como todolo que resulta arduo de conseguir,
es hermosoy trae consigo recompensas.
Cada día es un paso más hacia una meta que nunca llegará,
porque la meta es el camino en sí.
El camino de la bruja.
.
El camino de todas las hermanas que vinieron antes de
nosotras y todas las que vendrán después.
Nosotras, en un tiempo que no es tiempo
En un sitio que no es un sitio
En un día que no es un día
En el umbral entre los mundos,
Ante el velo de los misterios
.

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.
Honramos el recuerdo de las que fueron
Y celebramos nuevos nacimientos
Lo que demuestra que el Arte aún vive y resurge con
fuerza en nuestros tiempos.
Bendito Sea.

DESDE http://palabradebruja.spaces.live.com

NUEVO ESPACIO en http://hyedra.wordpress.com

Bruja y alfarera

The Witch Who Celebrates Spring © Molly Harrison

Ya desde pequeña lo tenía claro:

De mayor quiero ser bruja —dije—. Y cuando me muera, durante unos días, fantasma. Para asustar a los que no hayan sido buenos conmigo. Y luego, hada. Porque para ser hada hay que estar muerta, ¿no, mami?

—No sé, nena.

Vaya. Suspiré suavecito y pensé para mis adentros que mi madre no tenía mucha idea de ciertas cosas. Algunos domingos a la tarde me sacaba de paseo por el barrio, donde no vagaba un alma en la calle. Caminábamos por delante de grandes casas con jardín y de vez en cuando un perro nos ladraba desde el otro lado de la verja. Esos ladridos y el ruido que hacíamos al pisar era todo lo que podía oírse. Y nuestra conversación, claro.

—Bueno —proseguí, dando pequeños brincos de aquí para allá —yo creo que sí hay que estar muerta para ser hada, mami. Porque es como si resucitaras, pero con poderes para hacer que a la gente buena le pasen cosas buenas, y a la gente mala no le toque la lotería nunca. —Entonces imaginé a un puñado de gente mala llena de verrugas con tres pelos en el centro, y me animé a preguntar—: Mami, ¿toda la gente que tiene verrugas es mala, o les salen verrugas por otras causas?

—¿Qué?

La gente esa de las verrugas grandes con pelos… si las tienen porque es gente mala ¿o por qué?

—Y yo qué sé, hija mía.

Jolín. ¿Por qué sería lo de las verrugas grandes con pelos? Un día se lo pregunté a la maestra y me dijo que no tenía nada que ver con ser bueno o malo, que era por un virus. Pero yo estaba convencida de que las verrugas del virus eran otras.

La Rosa tiene verrugas en los dedos, junto a las uñas, y se las quita con un líquido de la farmacia que le pone su madre —anuncié—. Esas verrugas de la Rosa seguramente son las de los virus.

—¿Qué dices de virus, nena?

—Digo que las verrugas de la Rosa Mari no son las verrugas que salen por ser mala, sino que son de las otras, de las que dice la señorita que salen por los virus.

—¡Pero qué tonterías de verrugas y de virus! Anda, dame la mano y para de saltar, que hay que ver qué peste a tierra llevas.

¿Peste a tierra? ¿Yo? ¡Puaj, qué asco! Di un manotazo al aire y, disimuladamente, comencé a tratar de olerme para ver si era verdad, pero no percibía nada raro. Tampoco sabía cómo de mal podía llegar a oler la tierra… De hecho, jamás se me había ocurrido oler la tierra. Me puse un poco colorada porque me dio vergüenza apestar a algo y no haberme dado cuenta. Menuda porquería era que se te pegaran olores que ni siquiera conocías. En fin. Le di la mano a mi madre y dejé de saltar.

—Pero bueno, mami —concluí, apestando y todo—, bruja sí puedo ser de mayor, ¿no?… ¡Bruja y alfarera es lo que me gusta!

CUENTO  DESDE:  Chica Murciélago

MANOS DE BARRO &quote;POR CUKY&quote;

 

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«…mi título honorífico es Sacerdotisa de la Diosa…» Myriam Wigutov…

«…poder femenino, mujer de poder, mujer que conoce su poder y lo usa,
mujer que conoce las palabras mágicas o de poder.
O sea que bruja significa mujer empoderada…»

Myriam Wigutov

 

«Los Momentos» – Manuel García – Eduardo Gatti

 

Los Momentos
(Letra y Música: Eduardo Gatti)

Tu silueta va caminando
con el alma triste y dormida
ya la aurora no es nada nuevo
pa’ tus ojos grandes y pa’ tu frente
ya el cielo y sus estrellas
se quedaron mudos, lejanos y muertos
pa’ tu mente ajena.

Nos hablaron una vez cuando niños
cuando la vida se muestra entera
que el futuro, que cuando grandes
ahí murieron ya los momentos
sembraron así su semilla
y tuvimos miedo, temblamos
y en esto se nos fue la vida.

Cada uno aferrado a sus dioses
producto de toda una historia
los modelan y los destruyen
y según eso ordenan sus vidas
en frente les ponen monedas
en sus largas manos les cuelgan
candados, letreros y rejas.

 manuelGarcía y EduardoGatti

 

 VER: “…ahí murieron ya, los momentos…” Eduardo Gatti

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